sábado, 29 de octubre de 2011

11. Violín y otras cuestiones. Juan Gelman

Sinópsis
Violín y otras cuestiones (1956). Publicado con el sello de Gleizer, que treinta años antes había editado algunos de los primeros libros de Macedonio Fernández, Jorge Luis Borges y Raúl González Tuñón, llevaba precisamente un prólogo de Tuñón, una decisiva influencia en aquel primer Gelman, junto con el peruano César Vallejo. De Tuñón parecen provenir la atención hacia la ciudad, la preocupación política y un lirismo intenso que carga de matices mágicos la realidad cotidiana, y de Vallejo, la aptitud para arraigar la escritura poética en la fuerza y la soltura de la lengua hablada, librándola de solemnidades y exquisitismos. Por los caminos que abre, tanto en la temática como en la actitud espiritual y en el trabajo con el lenguaje, Violín y otras cuestiones puede considerarse el inicio de toda una corriente de la poesía argentina, que en su momento fue identificada con la "generación del 60". 


Edición recomendada 
Título: Otromundo. Antología 1956-2007
Nº de páginas: 248 págs
Editorial: Fondo Cultura Económica 
Lengua: Castellana
Encuadernación: Tapa dura 
ISBN: 9788437506 
Año edicón: 2007 
Plaza de edición: México


El autor
Juan Gelman Burichson. (Buenos Aires, 3 de mayo de 1930). Poeta, traductor y periodista argentino, está considerado como el poeta más importante de su generación. 
Hijo de emigrantes judíos ucranios, ejerce diversos oficios antes de dedicarse al periodismo. Por su actividad periodística y política vive en el exilio entre 1975 y 1988, residiendo alternativamente en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México. Durante su ausencia de Argentina llega a estar condenado a muerte por la dictadura argentina; sufre muy de cerca el drama de los "desaparecidos" cuando su hijo y su nuera pasan a formar parte de esta dolorosa lista. 
En su juventud colabora en el periódico Rojo y negro. Es uno de los fundadores del grupo de poetas "El pan duro" y es también secretario de redacción de Crisis, director del suplemento cultural de La Opinión y jefe de redacción de Noticias. También ejerce como traductor en la UNESCO. Desde 2007 colabora con el periódico de Buenos Aires, Página 1/2
Poeta adscrito al realismo crítico, consigue un estilo particular partiendo de un realismo crítico y del intimismo. Son constantes en su poesía la presencia de la cotidianeidad, el tono político, la denuncia y la indignación ante la injusticia.
De su producción poética conviene destacar Violín y otras cuestiones, El juego en que andamos, Velorio del solo, Gotán, Sefiní o Cólera Buey, así como Los poemas de Sidney West, Traducciones, Fábulas, Relaciones, Hechos y relaciones o Si tan dulcemente. Escribe Exilio en colaboración con el periodista argentino Osvaldo Bayer; otras de sus obras son Citas y comentarios, Hacia el sur, Composiciones, Carta a mi madre y País que fue será
La antología Pesar todo es galardonada con el premio de poesía José Lezama Lima, que concede la Casa de las Américas cubana. En 2005 publica una nueva antología, Oficio ardiente, que reúne poemas publicados a lo largo de casi cincuenta años y algunos otros inéditos.
En el ámbito musical escribe dos óperas, La trampera general y La bicicleta de la muerte,El gallo cantor y Suertes, y varios LP. dos cantatas,
A lo largo de su vida recibe numerosos galardones, entre los que destacan el Premio Nacional de Poesía en 1997 y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2005; además tiene el título de ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires.
En 2007 obtiene el Premio Cervantes, considerado el galardón más importante de las letras hispánicas, y dos años después la Asociación de Poetas Chinos le otorga el Premio Antílope Tibetano.



Reseña de Horacio Amigorena en Gaceta Literaria N° 10, Buenos Aires, 1967. 


Después de una circunstancia literaria -la llamada del 40 que interpretamos con base en un común fracaso, ha llegado a nuestras letras un grupo de hombres dados a interrogar lo argentino en toda su desnudez y violencia, y en una actitud insospechable de cualquier otro compromiso que los impuestos por las exigencias de esa realidad.
La intuición poética, que precede en sus descubrimientos a la novelística y a la sociología, tiene en estos jóvenes una especial penetración: desde un planteamiento social al que obliga la realidad comunitaria, pretende captar la esencia vital del hombre argentino. Y a veces lo consiguen. Así lo testimonia el libro de Juan Gelman Violín y otras cuestiones.
No sé si Gelman se habrá propuesto alguna vez ser un poeta porteño, desentrañar este laberinto ciudadano tan retóricamente ennegrecido por poetas y ensayistas, para captarlo en lo que tiene de distinto. De cualquier manera lo consigue en una poesía civil de dramática tensión que conjuga a ritmo ya doliente, ya transidamente alegre de su "Trajín, ciudad y tarde buenos aires".
Todo que hacer poético supone una construcción de mundo: sobre el mundo dado estructura el poeta otro mundo a la medida de su desesperación y esperanza. Gelman lo integra con elementos de cercanía cotidiana, pero se lanza hacia horizontes más lejanos, quizá para no perecer en el juego existencial del hombre y el fluir de las cosas. Diríamos que pone alas a sus cosas, si las alas no estuvieran tan desprestigiadas en la lírica.
La ciudad parece pegarle a cada vuelta de esquina a un Juan empleado, compañero, padre y vecino del hombre, que pertrecha su ternura de crepúsculos y pájaros para “no ser fantasma”. En Buenos Aires se respira la irrealización por todos los poros de su geografía y el poeta puede sólo salvarse en la realización de su ser primordial a través de una poesía que actualice ritualmente ese ser, descubriendo -en este caso- el escondido dinamismo que guarda la ciudad.
Así, Gelman desde los primeros poemas del libro se asoma por la transparente mirada del niño fundamental que en definitiva es. Tienen estos primeros poemas un auténtico intimismo de deambular solitario y tarde porteña.
Juan habrá querido tener en su infancia soñadora un violín, porque es la melodía de este violín que quizá nunca llegó a sus manos el eco melancólico de un caminar que a cada paso tropieza con el asombro. Melodía conseguida armónicamente en poemas como El caballo de la calesita, que en su girar -o sea, su contar - dibuja el perfil de Buenos Aires en vivo contrapunto de luces y sombras, creando el ámbito mágico que mejor conviene a la espontaneidad de lo vivo.
Una nota rara a la poesía actual da la tónica de Gelman: su pureza, que consiste en un modo inocente de interrogar a las cosas, a los hombres y a los hechos. Juan se pregunta asombrado por los dolores del hombre, de un hombre concretamente vivo, por sus mínimas penas que sin embargo lo desnudan de cuerpo entero. Es la suya una pregunta casi última que sólo espera la respuesta de fondo. Y cuando Gelman se responde comprendiendo la problemática existencial por el sentido, hace una poesía hermanente, de una adánica alegría que vence raigalmente toda angustia y congoja. Pero en otros poemas se responde por las causas de esa problemática, ya nuestro entender pierden estos versos la calidez que trasmite su mundo poético cuando está informado por el diario latir de sus cosas más cercanas.
Agregamos que es Gelman autor de un feliz hallazgo: unos versos desde siempre perennes en todo poeta y que seguramente los habrá recogido de algún rincón triste y cordial de su alma. No nos resignarnos a callarlos: "¡Quién pudiera agarrarte por la cola magiafantasmanieblapoesía! ¡Acostarse contigo una vez sola y después enterrar esta manía! ¡Quién pudiera agarrarte por la cola!" .


Poesía seleccionada
Estoy sentado como un inválido en el desierto de mi deseo de tíMe he acostumbrado a beber la noche lentamente, porque sé
que la habitas, no importa dónde, poblándola de sueños.
El viento de la noche abate las estrellas temblorosas en mis manos,
que aun no se conforman, viudas inconsolables de tu pelo.
En mi corazón se agitan los pájaros que en él sembraste y a
veces les daría la libertad que exigen para volver a tí, con el
helado filo del cuchillo.
Pero no puede ser. Porque estás tan en mí, tan viva en mí,
que si me muero a tí te moriría.

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